En mi última colección me dediqué a resaltar mi obsesión por los caballitos de mar. La primera vez que vi uno fuera de un acuario fue buceando en Bocas del Toro, Panamá. Si el aire de mi tanque hubiera sido infinito, aun estaría allí, sólo admirándolos.
Su nombre científico hippocampus viene del griego clásico hippos que significa “caballo” y kampos que significa “monstruo de mar”. A mí en lo particular no me parecen monstruos pero sí pienso que la cabeza es muy parecida a la de los caballos, no creen?
Los datos que más admiro de los caballitos son: que son monógamos y los machos son los que cargan con los huevos fecundados. Se dice que si una pareja de caballitos se separa, estos mueren de amor. Muy a lo Romeo y Julieta.
Ojalá algún día los pueda ver nuevamente en su entorno natural pues aunque me gustan los acuarios, no es lo mismo verlos gozando de su libertad.
Comparto con ustedes la mejor foto que tomé en ese momento tan mágico, mi primera vez viendo caballitos en mar abierto. Mi cámara no me dejó bien pero en fin, siempre atesoraré esta foto como oro. Espero la próxima vez estar preparada con un mejor equipo 
Volviendo a mi lado artesanal, sé que volveré a crear piezas con caballitos, pues nos los dejaré de lado, simplemente este verano quiero resaltar otras especies que también amo.